- El diagnóstico de la artritis
- Cuáles son las causas de la artritis
- Síntomas de la artritis, los más comunes
- Terapias disponibles para la artritis
- Magnetoterapia para la artritis: cómo funciona
- Electroterapia para el tratamiento de la artritis
- Terapia de ultrasonidos para la artritis
- Alimentos que deben evitarse para la artrosis y la artritis
La artritis es una enfermedad inflamatoria que afecta a las articulaciones, es decir, a las estructuras que unen los huesos. Artritis significa literalmente «articulación dolorida»; de hecho, esta afección se caracteriza por hinchazón, inflamación, enrojecimiento, rigidez y dolor, así como aumento de la temperatura en la zona afectada. En casos graves, la artritis puede provocar deformidades articulares.
Cómo saber si es artrosis o artritis
Es fundamental distinguir la artritis de la artrosis, ya que a menudo se confunden ambas enfermedades. De hecho, aunque la artrosis tiene algunas características en común, no se trata de una enfermedad inflamatoria, sino de una forma degenerativa crónica.
¿Cuántos tipos de artritis existen?
Existen diferentes formas de artritis, con distintas causas y características, entre ellas:
1. Artritis reumatoide
2. Artritis psoriásica
3. Artritis reactiva
4. Artritis séptica
5. Artritis gotosa
6. Artritis indiferenciada
Artritis reumatoide
La artritis reumatoide es la forma más común. Es una enfermedad reumática inflamatoria de la membrana sinovial, es decir, la membrana conjuntiva que rodea la cara interna de las articulaciones, sobre todo de la mano, la muñeca y el antepié. En raras ocasiones, esta enfermedad afecta a la columna vertebral.
Con el paso de los años, la artritis reumatoide también puede afectar a otros tejidos conjuntivos además de las articulaciones, como los tendones, la piel, el pericardio y los pulmones. Agravando el cuadro clínico del enfermo.
Esta afección también puede afectar a los ojos; de hecho, suele asociarse al síndrome de Sjögren, que provoca sequedad ocular y mandibular.
Pero, ¿cuáles son los síntomas de la artritis reumatoide?
Las articulaciones aparecen hinchadas, rígidas y deformadas, sobre todo por la noche y al despertar. Los síntomas que afectan a las manos son: edema, dolor, además de la rigidez antes mencionada; las articulaciones de los pies también pueden verse afectadas por dolor, calor e hinchazón.
Otros síntomas asociados a la enfermedad son fatiga, pérdida de la función articular e hipotrofia muscular.
Artritis psoriásica
Otra forma de artritis es la artritis psoriásica, que, en uno de cada cuatro casos, es muy similar a la artritis reumatoide. Es una de las formas más complejas de esta enfermedad, caracterizada por una inflamación crónica de las articulaciones.
Existen dos tipos: la poliartritis de los dedos con tendencia a la deformación y el reumatismo axial (inflamación de las articulaciones sacroilíacas de la columna vertebral). También se manifiesta con dolor circunscrito, hinchazón y rigidez articular.
Artritis reactiva
La artritis reactiva [1] es una inflamación de las articulaciones que se desarrolla en respuesta a una infección en otra parte del cuerpo, como el intestino o el tracto genital. No está causada directamente por bacterias en las articulaciones, sino por la reacción del sistema inmunitario a la infección. Forma parte de un grupo de enfermedades denominadas espondiloartropatías seronegativas, que también están relacionadas con otros problemas como la espondilitis anquilosante. Los síntomas pueden incluir dolor e inflamación de las articulaciones, así como problemas oculares y del tracto urinario. Los antiinflamatorios no esteroideos, la sulfasalazina y a veces los fármacos que suprimen el sistema inmunitario (como el metotrexato) pueden ayudar a tratar los síntomas.
Artritis séptica
La artritis séptica es la inflamación de una articulación causada por una infección. Los gérmenes pueden llegar a la articulación a través de la sangre, de una herida o de una infección cercana. Se manifiesta como una articulación hinchada, caliente, roja y muy dolorosa, que dificulta o impide el movimiento. También pueden aparecer fiebre y escalofríos. Es importante diagnosticar rápidamente la infección examinando el líquido articular y realizando pruebas para identificar el germen responsable. El tratamiento rápido con antibióticos es esencial para evitar daños permanentes.
Artritis gotosa
La artritis gotosa (artritis microcristalina) es una disfunción metabólica seguida de la deposición de cristales de ácido úrico en las articulaciones. Esto provoca manifestaciones repentinas de dolor con hinchazón rápida pero transitoria de la articulación. Esta afección responde muy bien al tratamiento con antiinflamatorios no esteroideos y colchicina.
Artritis indiferenciada
La artritis indiferenciada [2] se manifiesta con síntomas típicos de una inflamación articular, como dolor, hinchazón, enrojecimiento y calor, pero no está cubierta por un diagnóstico preciso. Esto puede ocurrir sobre todo al principio de la enfermedad, cuando aún no se ha desarrollado completamente. En algunos casos puede permanecer sin cambios a lo largo del tiempo. Por este motivo, el médico puede clasificar la afección como «artritis indiferenciada» para tener una referencia diagnóstica, aunque no definitiva.
El diagnóstico de la artritis
Como ya hemos visto, la artritis es una enfermedad que se manifiesta gradualmente. A menudo es difícil reconocer los síntomas cuando aún se está en las primeras fases.
Sin embargo, si notas una inflamación articular que persiste durante más de 6 semanas, debes consultar a tus médico.
Distinguir las distintas formas de artritis puede resultar complicado. Por eso es importante evaluar los síntomas y excluir determinados tipos, así como la presencia de otras enfermedades.
No existe una prueba única para ello. De hecho, el médico puede elegir diferentes enfoques para el proceso de diagnóstico.
Una vez elaborada la historia clínica, los análisis más habituales son los de sangre y orina. Otro análisis que debe realizarse es el del líquido sinovial de las articulaciones.
También pueden ser necesarias radiografías, tomografías computarizadas y resonancias magnéticas para el diagnóstico.
Además, puede ser útil realizar una ecografía o, en algunos casos, una pequeña intervención artroscópica.
Cuáles son las causas de la artritis
Las causas de la artritis pueden ser traumáticas, metabólicas, infecciosas, autoinmunes e idiopáticas.
En el caso más común, la artritis reumatoide, la enfermedad depende de un mal funcionamiento del sistema inmunitario.
Aún no se sabe con certeza por qué el sistema inmunitario ataca a sus propios tejidos, pero entre los factores de riesgo figuran los genéticos y los ambientales.
Otros posibles factores de riesgo están relacionados con la edad, el sexo, el consumo de anticonceptivos, el tabaquismo y otros factores hormonales y dietéticos. Por ejemplo, las mujeres corren mayor riesgo que los hombres.
En cuanto a las causas de los demás tipos de artritis, le remitimos a los párrafos anteriores, donde hemos enumerado los distintos tipos.
Síntomas de la artritis, los más comunes
Los síntomas más comunes de la artritis son:
● Dolor
● Hinchazón
● Calor
● Enrojecimiento
● Rigidez articular
● Pérdida de la función articular
Suelen desarrollarse gradualmente en un intervalo de pocas semanas. En algunos casos, sin embargo, no puede excluirse que la enfermedad empeore más rápidamente de lo esperado.
En el caso de la artritis séptica, otros síntomas evidentes son fiebre y escalofríos. En cambio, en la artritis gotosa también se producen hinchazones, denominadas «tofos».
Otros posibles síntomas son:
● Sensación de cansancio
● Pérdida de peso
● Dolores musculares
Terapias disponibles para la artritis
Actualmente no existe una cura definitiva para la artritis. Sin embargo, existen algunas terapias que pueden reducir el dolor que sienten los pacientes y mejorar su movilidad.
En primer lugar, el paciente debe alternar periodos de reposo con una actividad física adecuada. Así se evitan consecuencias, como el aumento de peso, que favorecen el desarrollo de la artritis.
En cuanto al tratamiento farmacológico, inicialmente pueden tomarse antiinflamatorios no esteroideos (AINE) y corticosteroides.
En el tratamiento de la artritis psoriásica en las formas más leves, los AINE suelen ser la única terapia utilizada.
Sin embargo, es importante no seguir tomando estos fármacos durante mucho tiempo para no sufrir sus efectos secundarios.
Los AINE pueden provocar dolores de estómago, hipersensibilidad y úlceras. Los corticoesteroides, por su parte, pueden provocar diabetes, hipertensión, hinchazón facial, adelgazamiento óseo y otros efectos secundarios.
En algunos casos especiales y exclusivamente para pacientes con artritis reumatoide, el médico puede recetar medicamentos biológicos.
Un papel importante en el tratamiento de la artritis lo desempeñan las terapias físicas instrumentales, en particular: la magnetoterapia, la electroterapia y la terapia de ultrasonidos. ¡Veámoslas en detalle!
Magnetoterapia para la artritis: cómo funciona
La magnetoterapia PEMF (campos electromagnéticos pulsados) ayuda a reducir el dolor y la inflamación de huesos, músculos y articulaciones. La acción de los campos electromagnéticos pulsados ayuda a restablecer el equilibrio y el buen funcionamiento de las células del cuerpo humano.
Por ello, es ideal para tratar afecciones traumáticas y crónicas, incluida la artritis. Nuestros aparatos de magnetoterapia certificados para uso doméstico disponen de programas preestablecidos, basados en estudios clínicos, para el tratamiento de numerosas afecciones. El programa para la artritis está diseñado precisamente para reducir el dolor y ralentizar el proceso degenerativo, con el objetivo de aumentar la movilidad de las articulaciones. Esta terapia también es ideal para tratar la artritis reumatoide.
Para saber más sobre la magnetoterapia y sus beneficios, te remitimos al artículo del blog dedicado.
Electroterapia para el tratamiento de la artritis
Otra terapia que, gracias a nuestros dispositivos domésticos, puede llevarse a cabo en la comodidad del hogar es la electroterapia. Al transmitir microimpulsos al cuerpo humano, con diferentes frecuencias, anchuras e intensidades, permite una recuperación más rápida y reduce el dolor.
En particular, los electroestimuladores con programas TENS permiten una acción antiálgica, aliviando el dolor y restableciendo las condiciones fisiológicas. Por lo tanto, son adecuados para el tratamiento de la artritis y la periartritis, afecciones que reducen la movilidad. La inmovilidad reduce el metabolismo, impidiendo la eliminación de las sustancias que causan el dolor, lo que crea un círculo vicioso. La TENS, además de aliviar el dolor, estimula los músculos, mejorando el metabolismo, la circulación, la oxigenación y la nutrición de los tejidos. La combinación de TENS con estimulación muscular potencia aún más estos beneficios.
¿Quieres saber más sobre nuestra gama de equipos de electroestimulación?
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Terapia de ultrasonidos para la artritis
La terapia de ultrasonidos transfiere energía a los tejidos del cuerpo humano, favoreciendo la microcirculación y ayudando a eliminar correctamente el exceso de líquidos subcutáneos. Gracias a su acción, es posible mejorar el estado de quienes padecen artritis y periartritis.
Si tu médico te ha prescrito sesiones de terapia con ultrasonidos, sepas que puedes beneficiarte de sus efectos para reducir el dolor y la inflamación. Si, por el contrario, estás pensando en adquirir un aparato profesional de terapia por ultrasonidos para tu consulta que también pueda tratar la artritis, Te remitimos a la sección dedicada de nuestro sitio web, donde encontraráS más información sobre nuestros aparatos I-TECH UT2 e I-TECH UE.
Alimentos que deben evitarse para la artrosis y la artritis
Además de la terapia/tratamiento indicado por el médico, es importante seguir una dieta compuesta por alimentos que no engorden y no aumenten la inflamación. Por lo tanto, no se recomiendan
– carnes rojas
– alimentos en conserva
– alimentos que contengan gluten
– proteínas animales
Millones de personas en todo el mundo sufren hoy artritis. Un gran porcentaje de ellas padece artritis reumatoide. Se prevé que en 2050 la padecerán más de 30 millones de personas (unos 17 millones en 2020). Estas cifras no dejan de crecer, por lo que es importante hacer prevención y ser conscientes de la posibilidad de terapia en la comodidad del hogar con dispositivos seguros y fáciles de usar. Con la conciencia de mejorar la calidad de vida y contar con un apoyo humano del que recibir asistencia y asesoramiento en función de las propias necesidades, por la compra de un dispositivo electromédico – ¡siempre después de consultar al médico!
¿Tienes alguna duda?
Bibliografía
[1] https://www.msdmanuals.com/it/casa/disturbi-di-ossa-articolazioni-e-muscoli/patologie-articolari/artrite-reattiva
[2] https://hemove.org/sito-informativo-malattie-reumatiche/malattie-reumatiche/articolari/artriti/artrite-indifferenziata/
[3] https://www.healthdata.org/research-analysis/library/global-regional-and-national-burden-rheumatoid-arthritis-1990-2020-and