- ¿Qué es la magnetoterapia?
- Magnetoterapia: para qué sirve
- Magnetoterapia: los beneficios
- ¿Funciona la magnetoterapia?
- Magnetoterapia: contraindicaciones
- Dispositivos para cada necesidad
- Magnetoterapia de baja frecuencia y magnetoterapia de alta frecuencia
- Frecuencias e intensidades
- Magnetoterapia: cómo funciona
Si tu médico te ha indicado un tratamiento de magnetoterapia o has oído hablar de la magnetoterapia y quieres saber más, este es el lugar adecuado.
Frecuencias, tiempos de tratamiento, accesorios, precios, diferencias con otras terapias… Ponte cómodo, lo encontrarás todo en esta completa guía.
¿Qué es la magnetoterapia?
La magnetoterapia es una fisioterapia instrumental que utiliza los campos electromagnéticos para tratar patologías óseas y musculares agudas o crónicas. Restaura el equilibrio celular cuando las células están dañadas.
Magnetoterapia: para qué sirve
Entonces, ¿para qué sirve la magnetoterapia?
La magnetoterapia ayuda a reducir el dolor y la inflamación en huesos, músculos y articulaciones.
Por esta razón, es especialmente indicada y utilizada en el caso de pacientes que padecen osteoporosis, artrosis, artritis o dolor articular. E igualmente para la consolidación ósea como consecuencia de fracturas o para la reabsorción de edemas óseos, entre muchos otros casos.
Veamos más concretamente cuándo es útil la magnetoterapia y qué patologías se pueden tratar:
La magnetoterapia es una terapia que requiere tiempos de tratamiento de medio a largos y mucha constancia por parte del paciente. Si bien algunos pacientes pueden percibir los primeros beneficios transcurridos diez días, un ciclo de tratamiento suele durar entre 45 y 60 días y puede repetirse varias veces durante un año. Además, se requiere que el paciente realice terapia durante al menos 2-3 horas diarias (que pueden ser incluso más, dependiendo de la patología y las indicaciones recibidas de su médico), por lo que alquilar un equipo de magnetoterapia casi nunca resulta la solución más conveniente económicamente.
¿Tanto tiempo?
No te preocupes, existen en el mercado diferentes modelos de aparatos y aplicadores que te permiten personalizar tu tratamiento y cubrir tus necesidades. O también hacer terapia durante la noche. Los veremos a lo largo de esta guía.
Magnetoterapia: los beneficios
Los efectos beneficiosos de la magnetoterapia se refieren principalmente a su capacidad para reducir el dolor y la inflamación. Esto casi siempre coincide con la posibilidad de recuperar la movilidad y, con ella, la serenidad de poder volver a realizar las actividades cotidianas.
Además del efecto analgésico y antiinflamatorio, la magnetoterapia ayuda a reactivar la circulación sanguínea, en particular la microcirculación, a mejorar los procesos de cicatrización, a la recuperación de los tejidos y a relajar la musculatura.
¿Funciona la magnetoterapia?
¿La magnetoterapia realmente actúa contra el dolor?
Por supuesto. Desde hace décadas, la magnetoterapia es una terapia consolidada con una eficacia universalmente reconocida. Existen miles de estudios clínicos en la literatura científica que informan de la efectividad de la magnetoterapia en el tratamiento de patologías que afectan al sistema musculoesquelético.
En presencia de una patología o de un estado inflamatorio, las células del organismo resultan dañadas y su membrana pierde parte de su capacidad de intercambiar nutrientes y sustancias de desecho con el exterior. Los campos electromagnéticos pulsados reactivan el proceso de comunicación entre el interior y el exterior de la célula, acelerando los tiempos de curación del tejido sometido a terapia.
Magnetoterapia: contraindicaciones
Si te preguntas si la magnetoterapia puede ser peligrosa, te tranquilizamos de inmediato. La magnetoterapia es una terapia segura. De hecho, no presenta ningún tipo de efectos secundarios.
No obstante, es bueno prestar mucha atención a una serie de contraindicaciones, como por ejemplo si llevas un marcapasos o estás embarazada.
Casi todas las contraindicaciones recogidas en el manual de uso de un dispositivo se deben a que nunca se han realizado estudios clínicos en pacientes con determinadas características. Por lo tanto, la magnetoterapia no necesariamente es perjudicial para estos pacientes. Simplemente no existe evidencia científica que demuestre con absoluta certeza que no puede haber efectos secundarios para estos sujetos y por lo tanto no se recomienda su uso.
Magnetoterapia: dispositivos para cada necesidad
No todos los pacientes padecen la misma patología y ni siquiera en la misma parte del cuerpo. Afortunadamente, es bastante fácil encontrar un dispositivo de magnetoterapia adecuado para cada necesidad.
En el mercado existen dispositivos que funcionan con alimentación de red o batería, con programas preestablecidos y con diferentes aplicadores para tratar huesos y músculos más o menos en profundidad, así como articulaciones de todos los tamaños.
Magnetoterapia de baja frecuencia y magnetoterapia de alta frecuencia
Una de las preguntas más frecuentes de quienes se acercan al mundo de la magnetoterapia es: «El médico me ha prescrito magnetoterapia, ¿debo comprar un modelo de baja o de alta frecuencia?»
Depende del tipo de tratamiento necesario.
En términos generales, la magnetoterapia de baja frecuencia también cubre todas las aplicaciones presentes en la de alta frecuencia. Mientras que la alta frecuencia se utiliza para tratar los tejidos más superficiales y los tejidos blandos, el campo magnético de la magnetoterapia de baja frecuencia es capaz de alcanzar incluso los tejidos más profundos y los tejidos óseos.
Por esta razón en este artículo, para mayor comodidad de lectura, siempre nos referimos a la magnetoterapia de baja frecuencia.
Frecuencias e intensidades
La frecuencia y la intensidad del tratamiento son los dos parámetros clave de cada dispositivo de magnetoterapia. La frecuencia se mide en hercios (Hz) y la intensidad en gauss (G).
¿Cómo configurar estos parámetros?
Esto también depende. El consejo universal es seguir las instrucciones del médico. Sin embargo, el médico no siempre indica valores precisos. Por eso en nuestros dispositivos existen programas terapéuticos con frecuencia e intensidad preestablecidas basados en los estudios clínicos más autorizados.
«De acuerdo, pero mi médico me ha recomendado el programa X a 50 gauss, mientras que en su dispositivo está configurado en 30 gauss. ¿Qué puedo hacer?»
No te preocupes, la intensidad es un parámetro modificable dentro del programa. En cualquier caso, aprovechamos para desmentir un falso mito.
Aumentando la intensidad no se reduce el tiempo requerido para un tratamiento adecuado. La intensidad y el tiempo son dos conceptos completamente independientes.
La intensidad está íntimamente relacionada con la profundidad del tratamiento. Por ejemplo, para tratar una fractura en el fémur o en una extremidad escayolada, los campos electromagnéticos encontrarán más obstáculos en su camino, por lo que será necesario aumentar la intensidad.
La única forma de reducir los tiempos de curación, por tanto, es ser constante y lograr hacer terapia el mayor número de horas posible, incluida la ayuda de un tapete para tratamientos nocturnos.
Magnetoterapia: cómo funciona
La tecnología que está detrás de la magnetoterapia es muy sencilla.
El dispositivo contiene un generador que envía pulsos eléctricos a unos imanes, llamados solenoides. Estos solenoides, generalmente colocados dentro de un aplicador que puede tener diferentes formas, emiten campos electromagnéticos pulsados que se transmiten al cuerpo humano.
Estos campos electromagnéticos afectan a las células dañadas, ayudándolas a recuperar su equilibrio en un proceso de regeneración celular.
Magnetoterapia: cómo colocar los imanes (solenoides)
Los dispositivos de magnetoterapia pueden tener diferentes tipos de aplicadores. Desde simples bandas para envolver la parte del cuerpo dolorida o inflamada, hasta esterillas para tratar la espalda, también utilizadas para realizar magnetoterapia en los pies.
Lo importante es que los imanes (llamados «solenoides») situados en el interior de los aplicadores queden en contacto con la parte del cuerpo a tratar. No necesariamente sobre la piel desnuda, pero sí en contacto con el cuerpo.
Si no te gusta la idea de mantener el aplicador en contacto con la piel, puedes usar bandas de TNT, o usar prendas de vestir, siempre que no sean muy gruesas y evites los tejidos sintéticos o el forro polar. La ropa de algodón u otras prendas como calcetines son adecuadas.
Para ver cómo posicionar los solenoides para cada patología o parte del cuerpo, te recomendamos que descargues nuestra app I-Tech Life, te registres y accedas a contenido exclusivo.
Cómo saber si su dispositivo de magnetoterapia funciona
Aparte de no causar ningún tipo de dolor, la magnetoterapia ni siquiera emite ruidos ni vibraciones. Por eso, a muchas personas les surge una pregunta de forma espontánea: ¿cómo sé si mi dispositivo está funcionando?
Lo cierto es que es muy sencillo. Nuestros productos para magnetoterapia de baja frecuencia están equipados con una «caja» rectangular blanca que es un imán que, al colocarse en el aplicador, vibra y permite comprobar que el dispositivo realmente está funcionando.
Si no se produce la vibración es que algo no está funcionando bien. Por ejemplo, puede deberse a una conexión incorrecta del aplicador al cuerpo de la máquina.
Si pierdes el imán blanco, no te preocupes. Puedes volver a comprarlo o hacerte con un imán en forma de cubo que desempeñará la misma función. Recomendamos que sean imanes de cierto grosor (2-3 cm) y no imanes-souvenir de nevera.
¿Cuánto cuesta hacer un ciclo de magnetoterapia?
Antes de profundizar en el análisis de precios de los diferentes dispositivos, veamos cuáles son las alternativas más comúnmente consideradas: la compra de un dispositivo o su alquiler.
Como se ha mencionado al principio de este artículo, la magnetoterapia requiere tiempos de tratamiento de medios a largos. Más del 80 % de las prescripciones médicas indican una duración mínima del tratamiento de 30 días.
Alquilar un aparato magnetoterapia incluso por solo 30 días por lo general cuesta más de la mitad del precio de un dispositivo nuevo y, en ocasiones, casi tanto como comprarlo.
Eso sin tener en cuenta que con frecuencia el dispositivo de alquiler ya ha sido utilizado anteriormente.
Según la normativa, el minorista está obligado, cada vez que recibe un dispositivo tras su alquiler, está obligado a higienizarlo por completo, en todos sus elementos, incluidos los accesorios, y a alquilarlo nuevamente en las mismas condiciones en que se puso por primera vez en el mercado.
Centrándonos en cambio en el precio por la compra de un aparato de magnetoterapia, suele oscilar entre los 250 € y los 650 €, con picos de 1000 € en el caso de modelos con una gran cantidad de accesorios.
Con un coste que ronda los 480 € puedes hacerte con uno de los aparatos de gama alta, con prestaciones que te permiten realizar diferentes terapias al mismo tiempo.
Personaliza tu dispositivo: los accesorios más usados
Casi todos nuestros aparatos de magnetoterapia se pueden personalizar añadiendo los accesorios que mejor se adapten a las necesidades del paciente.
En concreto, los de 2 canales de salida son muy versátiles y permiten conectar, además de la clásica banda terapéutica, también aplicadores como el par de solenoides, la esterilla o el tapete.
El par de solenoides se utiliza sobre todo por la comodidad que ofrece en el tratamiento de las articulaciones, por ejemplo cuando se decide hacer magnetoterapia de rodilla. Pero no solo eso. Dado que sus solenoides son más grandes que los presentes dentro del rango estándar, es posible aumentar considerablemente la intensidad de los campos electromagnéticos sin correr el riesgo de sobrecalentar los propios solenoides. Esto es útil cuando necesita tratar una fractura en presencia de yeso y se debe aumentar la intensidad para llegar al hueso con mayor facilidad.
La esterilla, de un tamaño de 40×40 cm, se utiliza para tratar problemas a la altura de la espalda, tanto relacionados con la columna como contracturas o formas de lumbalgia.
Pero es con el tapete Osteomat donde la magnetoterapia encuentra la máxima expresión de comodidad. El tapete permite al paciente tratar dolores y patologías diseminadas por todo el cuerpo, durante largos períodos de tiempo. Períodos de incluso 8 horas al día. Por lo tanto, es posible usarlo durante la noche, beneficiándose también de un considerable ahorro de tiempo, especialmente para quienes no tienen la oportunidad de detenerse para realizar la terapia durante el día.
Además, el tapete es especialmente suave, lo que hace que dormir sobre él sea muy agradable. Y además es ligero, plegable y, por tanto, fácil de transportar de una habitación a otra.
Magnetoterapia nocturna
Si estás preguntando si es posible hacer terapia por la noche, la respuesta es sí.
Como decíamos antes, la magnetoterapia requiere tiempos de tratamiento de medios a largos y cuantas más horas al día se realicen, mayor será el beneficio derivado.
Recuerda también que no hay restricciones en cuanto a sobredosis: cuanta más terapia puedas hacer, mejor.
Algunas patologías musculoesqueléticas, como la osteoporosis y la artrosis, requieren sesiones de duración prolongada y en varias partes del cuerpo. Hacer magnetoterapia nocturna, por lo tanto, permite tratar estas afecciones de forma eficaz y cómoda, ya que se realiza durante las horas de sueño.
Qué precauciones tomar antes de iniciar una sesión de magnetoterapia
Durante una sesión de magnetoterapia, se recomienda no utilizar el teléfono o el PC manteniéndolos demasiado cerca del cuerpo de la máquina o de los solenoides, a fin de evitar cualquier interferencia con los dispositivos.
Además, te recordamos que, si tienes que hacer terapia en presencia de un aparato ortopédico, este no deberá tener partes metálicas que puedan magnetizarse.
Por último, como siempre, te invitamos a consultar a tu médico y leer atentamente el manual del usuario para comenzar la terapia con toda tranquilidad.
¿Es mejor hacer magnetoterapia en casa o en un estudio?
A estas alturas del artículo seguramente habrás aprendido que la magnetoterapia requiere ciclos de tratamiento de al menos 30-45 días, hasta 60-90 días, dependiendo de la patología a tratar y del estado del paciente.
En promedio, una sesión de magnetoterapia, para ser efectiva, dura al menos 2-4 horas.
Está claro que un centro especializado no puede recibir pacientes durante tantas horas consecutivas, por lo que aumentará el número de sesiones necesarias.
Estas son algunas de las razones por las que la magnetoterapia es especialmente adecuada para uso doméstico, además de que muchas veces el coste de un ciclo de terapias en un estudio es igual o superior al gasto que supondría adquirir un aparato de magnetoterapia. La ventaja de la compra radica precisamente en poder utilizar el dispositivo dónde y cuándo quieras, repitiendo el ciclo incluso pasado un tiempo, según tus necesidades, sin coste adicional y en la comodidad de tu hogar.
Dónde comprar un dispositivo de magnetoterapia
Los dispositivos de magnetoterapia se pueden adquirir en centros de salud, ortopedias y farmacias.
Nuestros aparatos de magnetoterapia están presentes en más de 20 países de todo el mundo. Visite nuestra página de distribuidores para encontrar el más cercano a usted.
Te recordamos que no hacemos venta directa: puedes contactar con nosotros para cualquier información relacionada con el tratamiento prescrito, estaremos encantados de orientarle en la elección del aparato más adecuado a tus necesidades y de dirigirte a tu distribuidor más cercano.