Tecarterapia: qué es, para qué sirve y cómo funciona

Eres un profesional/fisioterapeuta y quieres profundizar tus conocimientos en la materia?

¿Eres un experto en diatermia y estás considerando comprar un nuevo dispositivo?

Sea cual sea la etapa en la que te encuentres, debes saber que estás en el lugar correcto.

Esto también vale para ti, que no conoces muy bien el mundo de las terapias físicas instrumentales, pero que estás buscando información sobre la terapia porque tu médico te ha prescrito sesiones de tecar.

¡Buena lectura!

¿Qué es la tecarterapia?

La Diatermia, más conocida como Tecarterapia (acrónimo de Transferencia Energética Capacitiva y Resistiva), es una técnica terapéutica que utiliza una corriente eléctrica con frecuencias en la banda FM (frecuencia media) de la banda de radio. Transfiere energía en profundidad, a través de los tejidos del cuerpo humano, desencadenando un efecto bioestimulante.
Se trata de una terapia que se lleva a cabo en un consultorio, generalmente de un fisioterapeuta, en pacientes que presentan patologías de diversa naturaleza, para las que necesitan tratamientos de rehabilitación, deportivos e incluso estéticos.

Las primeras aplicaciones de la diatermia, limitadas al desarrollo de calor endógeno, se remontan a 1939, cuando William Beaumont creó un primer instrumento capaz de generar calor de forma endógena, acuñando así el término «diatermia«. El nombre es de origen griego, literalmente significa «a través del calor». La tecarterapia en concreto, y la diatermia en su acepción más amplia y técnicamente correcta, fue patentada en 1995. Ese año representa un hito en el estudio y la aplicación de esta técnica en el ámbito terapéutico.

Diatermia y Tecar diferencias

Como habrás notado, nos hemos referido de tres formas diferentes a la misma terapia. De hecho, no hay diferencias entre Diatermia, Tecar y Tecarterapia, generalmente se utilizan como sinónimos. Sin embargo, es bueno saber que el término diatermia indica la técnica terapéutica, mientras que TECAR no es más que un acrónimo comercial que deriva de sus principales características (Transferencia Energética Capacitiva y Resistiva).

Tecarterapia: cómo funciona

El principio físico en el que se basa la diatermia es el del condensador.

El condensador consta de dos armaduras conductoras separadas por un aislante y conectadas a un generador eléctrico que crea una diferencia de potencial entre las dos placas.
Esto hace que las cargas eléctricas se atraigan y se rechacen concentrándose cerca de los dos elementos, aumentando la densidad de carga positiva en una placa y negativa en la otra.

En el caso de un dispositivo de diatermia, las armaduras están representadas por la pieza de mano (capacitiva o resistiva) y la placa de retorno, mientras que los tejidos del cuerpo de alta resistencia constituyen el aislante.

El generador de corriente trabaja en el ámbito de las radiofrecuencias de onda larga y con una potencia variable en W.

De esta manera, no hay emisión de energía externa, sino solo un desarrollo de energía endógena o interna a nivel de los tejidos biológicos, producida por el movimiento de iones y electrolitos, inducido por las fuerzas de atracción y repulsión que se generan entre las dos placas del condensador.

La capacidad de generar un paso de corriente a través de un aislante, y de utilizar los tejidos como elementos focales del efecto terapéutico, representa una característica diferenciadora de la tecarterapia en comparación con otras técnicas. La diatermia, de hecho, resulta ser extremadamente eficaz incluso en profundidad, donde las otras terapias físicas instrumentales exógenas pierden eficacia.

¿Es eficaz la tecarterapia?

Ahora que hemos definido el mecanismo, probablemente te estés preguntando: «Pero, ¿funciona la tecarterapia?»

Con casi 30 años de historia y el respaldo de miles de estudios clínicos, actualmente podemos afirmar que la diatermia tiene unos excelentes efectos terapéuticos. Resulta ser una de las terapias físicas más potentes, ya que es capaz de transferir más energía por unidad de tiempo al cuerpo humano.
A través de la interacción energía electromagnética/tejido, la diatermia es capaz de producir un aumento de la temperatura que se produce de manera uniforme y controlada en el interior de los tejidos.
Esta interacción electromagnética da lugar a la aparición de un flujo iónico con una microhiperemia que favorece la liberación de «sustancias» endógenas (especialmente cortisol y endorfinas) que sirven para reducir el dolor, los edemas y las inflamaciones.
La diatermia, por lo tanto, estimula el aumento del flujo sanguíneo de manera directa, gracias al aumento de la temperatura e indirectamente a través de la demanda de oxígeno por parte de los tejidos tratados. El aumento de la sangre favorece el incremento de las defensas inmunitarias normales y estimula la regeneración de los tejidos, acortando los tiempos de recuperación motora.

Modalidad de tratamiento: diferencias entre capacitivo y resistivo

La diatermia presenta dos técnicas de tratamiento diferentes:

Técnica resistiva. Con esta modalidad, la concentración de cargas, y por lo tanto, el efecto biológico, se produce en los tejidos de mayor resistencia, que se interponen entre el electrodo móvil y la placa de retorno. La transferencia por contacto resistivo se realiza por medio de un electrodo no aislado que moviliza las cargas haciendo que se concentren en las zonas de mayor profundidad y resistividad, es decir, en tejidos como el hueso, el cartílago, los tendones y la musculatura profunda.

Técnica capacitiva. Con esta modalidad, habrá un aumento en la densidad de carga cerca de la zona situada debajo del electrodo móvil y especialmente a nivel de los tejidos blandos superficiales (sistema circulatorio vascular y linfático, tejido adiposo y músculos superficiales). La transferencia por contacto capacitivo se realiza a través de un electrodo tratado con una pintura aislante que moviliza las cargas iónicas en los tejidos subcutáneos.

Tratamiento en atermia y termogénico: diferencias

Si bien el término diatermia presenta una referencia directa a su efecto térmico, del griego «a través de» y «calor», actualmente podemos afirmar que este efecto no constituye el único mecanismo terapéutico de la diatermia. De hecho, es posible hacer terapia incluso sin desencadenar el efecto termogénico. En este caso hablamos de atermia. Veamos entonces las diferencias.

• El efecto térmico es eficaz en la reducción de la percepción del dolor gracias a los efectos que el calor induce a nivel de los nociceptores. Está indicado para la mayoría de las patologías, especialmente las crónicas, dado que también favorece la vascularización periférica. Este efecto es fácilmente manejado por el operador, ya que regula su potencia.


• El tratamiento atérmico, por su parte, tiene la ventaja de no desencadenar una alta vascularización, al tiempo que mantiene el efecto de bioestimulación tisular inducido por la corriente eléctrica. Por lo tanto, la atermia es adecuada para tratar la inflamación y el trauma en un estado agudo, favoreciendo la reducción de la hinchazón, que de otro modo sería imposible lograr con un tratamiento hipertérmico.

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Diatermia en agudo y crónico

De estos pocos párrafos ya hemos podido constatar cómo la diatermia se diferencia, positivamente, de las otras terapias: sea porque logramos actuar en profundidad, sea porque conseguimos garantizar un efecto terapéutico tanto en patologías en estado agudo como crónico.

La atermia permite trabajar también en agudo. En el ámbito deportivo, por ejemplo, se puede pensar en realizar el primer tratamiento diatérmico pocos minutos después de una lesión, como en el caso de un esguince. Es importante destacar que para tratar patologías en estado agudo se debe trabajar en atermia, de tal manera que se evite un agravamiento del estado inflamatorio y de la hinchazón.

En el tratamiento de problemas crónicos, sin embargo, el efecto térmico es fundamental. En combinación con el efecto electromagnético, reduce el dolor y favorece la vascularización periférica y profunda, lo que garantiza una mejora importante en la mayoría de las patologías crónicas.

En ambos tratamientos, un aspecto clave es el compromiso del paciente. Con una colaboración activa y la retroalimentación constante sobre la percepción térmica, el terapeuta podrá administrar la terapia de manera aún más eficaz.

Diferencia entre la diatermia y otras terapias físicas más comunes

La diatermia es una terapia única en su género. Sin embargo, se puede asimilar, en algunos aspectos, a la magnetoterapia y laserterapia en particular, por el tipo de energía utilizada.
El efecto electromagnético combina la magnetoterapia y la diatermia, aunque esta última difiere claramente en términos de tiempo; tanto por la obtención de resultados como por la duración de la sesión en sí. La magnetoterapia, de hecho, requiere tratamientos prolongados, del orden de algunas horas para una sola aplicación. Cabe esperar resultados notables con al menos 30 días de tratamiento.
La diatermia, por su parte, es capaz de generar efectos positivos fácilmente perceptibles ya en el transcurso de 1 o 2 sesiones, cuya duración media es de alrededor de 20-30 minutos.

Laserterapia y tecarterapia: diferencias

La simetría diatermia-laserterapia está representada principalmente por el efecto térmico. Además, también el láser, en determinados casos, se puede utilizar en agudo y actúa muy rápidamente.

¿En qué consiste entonces la diferencia entre estas dos técnicas? En la profundidad que son capaces de alcanzar.
El láser utiliza como fuente de energía una luz de frecuencia e intensidad variables que determina su capacidad de penetración. La profundidad terapéutica a la que se puede llegar con laserterapia es de unos pocos centímetros. La diatermia, por el contrario, logra penetrar en los tejidos llegando hasta el hueso, gracias al principio físico del condensador en el que se basa y a la capacidad de la corriente de alta frecuencia para no encontrar resistencias en los tejidos del cuerpo.

Cómo se realiza una sesión de tecarterapia

Como se ha mencionado anteriormente, una sesión de diatermia se lleva a cabo en un consultorio.

En general, el paciente se acuesta en una camilla, aunque gracias a los electrodos especiales, es posible hacer terapia incluso en movimiento: el paciente puede realizar acciones dinámicas específicas bajo la indicación del terapeuta, aumentando así la eficacia del tratamiento.

La aplicación de diatermia se realiza en contacto con la piel. El profesional coloca la placa de retorno y la pieza de mano (capacitiva o resistiva) en la zona a tratar y aplica crema conductora. Si se utiliza la geometría correcta, se obtendrán los máximos resultados. Por lo tanto, es aconsejable usar ropa que pueda facilitar el tratamiento en contacto directo con la piel.

¿Cuánto dura una sesión de tecarterapia?

Una sesión de diatermia tiene una duración media de 20-25 minutos, dependiendo de la parte del cuerpo y del tipo de tratamiento a realizar. De hecho, si la terapia se realiza en áreas reducidas, la sesión durará menos de 20 minutos; en cambio, si el tratamiento se realiza en atermia, la sesión durará más tiempo.
La sesión de diatermia se puede personalizar en función de los hábitos del terapeuta en el contexto del tratamiento manual, ya que las piezas de mano también se pueden utilizar como herramientas para el tratamiento mecánico.

Tecarterapia: ¿cuánto tarda en hacer efecto?

Un ciclo de diatermia suele durar 10 sesiones. Normalmente las sesiones se realizan 2/3 veces a la semana. Los primeros resultados se pueden ver ya después del primer tratamiento, aunque por razones obvias no pueden permanecer estables mucho tiempo. Se necesitan al menos 4-5 sesiones para obtener resultados buenos y duraderos también en los días posteriores al tratamiento.

¿Cuánto cuesta una sesión de tecarterapia?

Es difícil establecer un precio único nacional para una sesión de diatermia, ya que las variables a tener en cuenta son muchas: la duración del tratamiento, la realización de otros tratamientos en la misma sesión y, finalmente, la ubicación geográfica. Sin embargo, podemos dar algunas indicaciones generales: el coste medio de una sesión puede variar de 25 € a 50 €.
Si te estás preguntando si la sanidad pública cubre la tecarterapia, la respuesta, desafortunadamente, no es positiva. El Servicio Sanitario Nacional español no incluye la diatermia entre sus prestaciones.

Fisioterapia y tecar

La diatermia es una técnica terapéutica de gran eficacia que puede marcar la diferencia en un centro de fisioterapia. Cuando se combina con otras terapias, de hecho, puede ampliar los beneficios del tratamiento.


A modo de ejemplo, si una sesión de diatermia se realiza antes de un tratamiento manual, veremos cómo esta facilita el tratamiento manual posterior en términos de tiempo y eficacia. ¿Cómo funciona?

La diatermia ejerce un «efecto preparatorio» en los tejidos que serán sometidos al siguiente tratamiento. Esta ventaja consiste en el aumento de la temperatura local, en la vascularización superficial y profunda, inducida tanto por los efectos electromagnéticos como por la hipertermia; en una reducción del tono muscular basal y en una reducción de la viscosidad de los elementos elásticos musculares.

En el caso de que se deban tratar patologías que requieran kinesioterapia o fisioterapia rehabilitadora, la diatermia se puede integrar tanto antes como después de la sesión de actividad física.

Si se realiza antes, la diatermia puede ayudar, en presencia de problemas articulares, a aumentar la movilidad, reduciendo la fricción y mejorando el deslizamiento de las cabezas articulares.

Si se realiza después, es útil en la recuperación muscular. Favorece el mecanismo de recuperación activa actuando tanto a nivel vascular como a nivel metabólico.

En las fases iniciales de un proceso de rehabilitación para problemas articulares, por su parte, el uso de la tecarterapia en modalidad atérmica (a nivel articular), favorece los procesos metabólicos de recuperación y la acción antiinflamatoria directa a nivel de las estructuras articulares.

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Tecarterapia: ¿para qué zonas del cuerpo?

En general, la diatermia se puede aplicar en cualquier parte del cuerpo, excepto aquellas prohibidas para la mayoría de las terapias físicas, como las áreas glandulares, la axila, el pubis y los órganos genitales, el esternón, la fosa supraclavicular y subclavicular, la cresta ilíaca y la cresta tibial.

El tratamiento de las eminencias óseas solo es posible con especial cuidado tanto en términos de técnica utilizada como de modo de operación debido a la resistencia al paso de corriente del hueso, lo que implica un aumento repentino de la temperatura en la zona.

Las partes del cuerpo sujetas a problemas que pueden beneficiarse en mayor medida de un tratamiento de diatermia son: hombro, codo, mano, muñeca, columna vertebral, cervical, dorsal, lumbar, sacra, rodilla, tobillo y pie.

¿Para qué patologías se recomienda la tecarterapia?

Como se ha indicado anteriormente, la diatermia es una técnica eficaz para tratar todo tipo de patologías, en fase aguda, subaguda y crónica. Entre las principales:
– tendinitis,
– tendinosis,
– dolor articular,
contractura muscular,
– distensión muscular,
– contusión,
– epicondilitis,
– epitrocleitis,
– cervicalgia,
lumbalgia,
– lumbociática,
– hernia discal,
– latigazo cervical,
– gonartrosis,
– condropatía,
– distorsión,
– problemas en el LCA, LCL, LCM.

Tecarterapia: los beneficios

Podemos resumir los beneficios de la diatermia en 5 puntos principales:

1. Efecto analgésico de inicio rápido
Relacionado con la bioestimulación y el componente térmico endógeno que reduce la capacidad de percepción y transmisión del dolor.

2. Efecto antiinflamatorio de inicio rápido y medio. Gracias a la bioestimulación que favorece los procesos endógenos de curación.


3. Efecto bioestimulante
El aporte de energía y la microvascularización (en el tratamiento de atermia) y la vascularización profunda, favorecen tanto los procesos de curación como el aporte de sustancias nutritivas. Además, promueven el drenaje de catabolitos normalizando los procesos biológicos celulares.

4. Efecto miorrelajante
El efecto máximo se obtiene en un tratamiento moderadamente hipertérmico o hipertérmico, que desencadena a nivel muscular un efecto directo de reducción de la viscosidad. También favorece la vascularización profunda y la normalización de los procesos biológicos.

5. Efecto vascularizante
Principalmente relacionado con el efecto hipertérmico endógeno. Eleva el flujo sanguíneo en las zonas de tratamiento, aumentando el volumen del lecho capilar disponible, favoreciendo así la optimización de los procesos metabólicos endógenos.

Tecarterapia contraindicaciones

Al igual que con cualquier terapia física, también en el caso de la diatermia existen advertencias. De hecho, a menos que el médico indique lo contrario, los tratamientos no pueden administrarse en los casos de personas con:
− hemorragias;
− patologías tumorales;
− flebitis, trombos y arteriopatías;
− disminución de la sensibilidad en la zona a tratar;
− protesis metálicas;
− marcapasos;
− aparatos audioprotésicos;
− bombas de insulina;
− dispositivos intrauterinos;
− estados febriles o infecciones;
− embarazos en curso;
− epilepsia;
− menores de 14 años.

Efectos secundarios después de la tecarterapia

En general, los efectos secundarios y las contraindicaciones están relacionados principalmente con el uso del dispositivo, y no tanto con la naturaleza de la terapia. Algunos efectos secundarios, de hecho, pueden estar relacionados con un empeoramiento de la sensación de dolor después de la sesión (tanto inmediatamente después como transcurridas algunas horas desde el término del tratamiento), debido al uso de una elevada tensión eléctrica que induce un efecto hipertérmico, no deseado o excesivo. Por esta razón, especialmente si estamos al inicio de nuestra experiencia con la herramienta, es recomendable realizar las primeras sesiones en atermia o con una hipertermia moderada, con el fin de evitar cualquier tipo de efecto secundario.

Máquinas de tecarterapia

Elegir un dispositivo de diatermia no es fácil, tanto por el tipo de tecnología utilizada, como por las características técnicas y el equipamiento de la máquina, y finalmente por su precio. El gran número de tecar presentes en el mercado, sin duda, no ayuda en la fase de evaluación de una máquina de tecarterapia.

Por lo tanto, hemos decidido ayudarte a elegir enumerando qué puntos, en nuestra opinión, deberías considerar:

Multifrecuencia: te permite personalizar el tratamiento, adaptando la profundidad de acción a las necesidades del paciente (estado de salud y avance de la patología). La ventaja de un dispositivo multifrecuencia radica precisamente en elegir a dónde hacer llegar la energía, para un mayor efecto. Como sabrás, de hecho, con frecuencias altas se trabaja en la superficie, mientras que con frecuencias bajas se actúa en profundidad. Por lo tanto, se convierte en una característica importante, en algunos aspectos, incluso más que la potencia en sí.

Protocolos terapéuticos: una verdadera guía de tratamiento, especialmente si estás dando tus primeros pasos en el mundo de la diatermia.

Accesorios disponibles: para asegurarte todas las opciones de tratamiento.

Método de funcionamiento: térmico, atérmico.

Dispositivo médico CE: esencial para garantizar la fiabilidad y la seguridad del tratamiento.

Formación: fundamental para optimizar los resultados y aprovechar al máximo el dispositivo. ¡Mejor aún si es personalizada!

Otros aspectos que te aconsejamos considerar son: la potencia (real, independientemente del tipo de paciente), la facilidad de limpieza de los electrodos entre una sesión y otra, la posibilidad de utilizar de forma continua el dispositivo (evitando periodos de enfriamiento) y el tamaño/peso de la máquina (un dispositivo ligero y transportable te permite hacer terapia también fuera de tu consulta).

Está claro que la elección también está guiada por otros factores, que incluyen las necesidades del terapeuta individual, sus gustos/preferencias, y claramente también el presupuesto disponible. Lo que te recomendamos es analizar a fondo los dispositivos que identifiques, de manera que puedas tomar la decisión más objetiva sobre el potencial de cada producto, sin dejarte influenciar por información secundaria que a menudo se comunica para diferenciar el producto de la competencia. Ten en cuenta siempre que el principio de funcionamiento es el mismo en todas las máquinas. 😊

Así es como hemos pensado ayudarte en tu proceso de toma de decisiones, revelando cada detalle de nuestros dispositivos profesionales de diatermia.

Reatherm

401 frecuencias (300÷700 kHz)

Modulación de frecuencia (1÷100 Hz)
Atermia

50 programas predeterminados
(35 Rehab, 10 Sport, 5 Beauty)

10 Memorias Libres

Modalidad CUSTOM

Tiempo de tratamiento programable hasta 60 minutos

Potencia real
200 W

Dimensiones (bxhxp) y peso:
27x12x30.5cm
3 kg

Pantalla a color 7″

Equipamiento:
Pieza de mano resistiva y capacitiva
Kit electrodos capacitivos y resistivos
35 y 60 mm Ø
Pieza de mano bipolar 50 mm Ø
Placa de retorno
Crema conductora
Bolsa de transporte

Curso de formación incluido
protocolos de rehabilitación, deporte y estética

Dispositivo médico CE 0068

201 frecuencias (400÷600 kHz)

Modulación de frecuencia (1÷100 Hz)
Atermia

34 programas predeterminados
(24 Rehab, 10 Sport)

10 Memorias Libres

Modalidad CUSTOM

Tiempo de tratamiento programable hasta 60 minutos

Potencia real
160 W

Dimensiones (bxhxp) y peso:
27x12x30.5cm
3 kg

Pantalla a color 7″

Equipamiento:
Pieza de mano resistiva y capacitiva
Kit electrodos capacitivos y resistivos
35 y 60 mm Ø

Placa de retorno
Crema conductora
Bolsa de transporte

Curso de formación incluido
protocolos de rehabilitación, deporte y estética

Dispositivo médico CE 0068

¿Cuáles son las ventajas de la modulación de frecuencia?

Esta técnica permite suministrar energía al paciente de manera no uniforme, garantizando intervalos terapéuticos a intensidades reducidas. De esta manera, es posible tratar cómodamente incluso aquellos casos de aumento de la sensibilidad a la terapia, comparable al efecto tradicional de la atermia. No hay que confundirlo, sin embargo, con el común duty cycle.


La modulación de frecuencia también es un aspecto clave en el uso de frecuencias bajas. De hecho, con frecuencias entre 300-350 kHz y una modulación alta (100 Hz) podemos obtener el llamado efecto neuromodulador. Esta modalidad de tratamiento nos permite tratar músculo y nervio al mismo tiempo, reduciendo el dolor desde la primera sesión. El efecto de la neuromodulación encuentra la máxima eficacia en el tratamiento de patologías crónicas, ya sean de origen neuropático, somático o psicógeno.

Tecarterapia y costes

Cerramos este artículo con algunas indicaciones sobre los costes de la tecarterapia.
Como ya se ha explicado anteriormente, los dispositivos de diatermia son de uso profesional y cuentan con tecnología avanzada. El precio de una buena máquina puede oscilar entre 5.000 € y 30.000 €, dependiendo de las características que presente. Para una miniguía de elección, ¡te remitimos al apartado anterior!

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