La cervicalgia es un dolor que se produce en la zona del cuello y los hombros, a menudo causado por una mala postura, tensión muscular o estrés. Este trastorno bastante común puede restringir el movimiento y mermar la calidad de vida.
Sin embargo, existen varios remedios y tratamientos para aliviar sus síntomas y mejorar el bienestar diario. En este artículo, veremos qué es la cervicalgia, cuáles son sus causas más comunes y cómo puede tratarse.
Los síntomas de la cervicalgia
La cervicalgia puede manifestarse con diversos síntomas que varían en intensidad y duración, afectando significativamente a la calidad de vida. Reconocer los signos es crucial para intervenir precozmente y elegir el tratamiento más adecuado.
- Dolor de cuello y hombros: El principal síntoma de la cervicalgia es el dolor persistente en la zona del cuello y los hombros, que puede variar en intensidad y dificultar los movimientos cotidianos.
- Dolor de cabeza: la tensión muscular causada por la cervicalgia puede irradiarse hacia la cabeza, provocando un dolor de cabeza localizado en la zona del cuello, que a veces se extiende a la frente y las sienes.
- Náuseas y mareos: En casos graves, la cervicalgia puede provocar náuseas y sensación de mareo, a menudo relacionados con la tensión muscular que afecta al equilibrio.
- Fiebre: Aunque es poco frecuente, un ligero aumento de la temperatura corporal puede acompañar a la cervicalgia, especialmente en presencia de inflamación.
- Síntomas neurológicos: El hormigueo, la pérdida de sensibilidad o la debilidad en brazos y manos pueden indicar síntomas neurológicos relacionados con la cervicalgia, causada por la compresión de las raíces nerviosas cervicales.
Trastornos posturales y de la movilidad: El dolor cervical puede restringir el movimiento del cuello, provocando rigidez y dificultad para mantener una postura correcta.
Cervicalgia y lumbalgia juntas: los síntomas
Cuando la cervicalgia y la lumbalgia aparecen simultáneamente, el cuadro sintomático puede ser más complejo y debilitante, ya que afecta tanto a la región cervical (cuello y hombros) como a la región lumbar (parte inferior de la espalda). Esta combinación suele ser el resultado de posturas incorrectas, tensión muscular acumulada o enfermedades degenerativas de la columna vertebral que afectan a ambas regiones.
Los principales síntomas son:
- Dolor persistente: El dolor puede afectar al cuello, los hombros y la parte baja de la espalda, intensificándose tras largos periodos en posición sentada o actividades físicas repetitivas.
- Rigidez y dificultad de movimiento: El cuello y los músculos lumbares están rígidos y restringidos, con mayor dificultad de movimiento por la mañana o después de un esfuerzo físico.
- Hormigueo y debilidad: La compresión nerviosa, sobre todo en caso de inflamación, puede generar hormigueo en los miembros superiores e inferiores, acompañado de una sensación de debilidad muscular.
El tratamiento simultáneo de la cervicalgia y la lumbalgia requiere un enfoque integrado y personalizado, que a menudo incluye terapias físicas, ejercicios posturales específicos y tratamientos osteopáticos o fisioterapéuticos para mejorar la función de la columna vertebral y aliviar los síntomas.
Cervicalgia las causas del dolor
El dolor de cuello, o cervicalgia, puede ser el resultado de múltiples factores que a menudo actúan de forma combinada, provocando tensión e inflamación en la zona del cuello y los hombros. Conocer las causas principales es esencial para abordar y reducir el trastorno. Entre las causas más comunes se encuentran:
- Mala postura: Mantener posturas no ergonómicas, especialmente durante periodos prolongados, puede forzar los músculos del cuello, provocando tensión y dolor.
- Estrés emocional y tensión muscular: El estrés psicológico puede contribuir a la contracción constante de los músculos del cuello y los hombros, provocando inflamación y rigidez.
- Traumatismos físicos: el latigazo cervical o las lesiones directas en el cuello, como en accidentes de coche o caídas, pueden dañar los tejidos y causar cervicalgia.
- Enfermedades degenerativas: Afecciones como la artrosis cervical o la degeneración de los discos intervertebrales aumentan el riesgo de padecer dolor de cuello crónico.
- Sedentarismo: La falta de actividad física conduce a una debilidad de los músculos posturales, exponiendo más a los trastornos cervicales.
Comprender las causas específicas ayuda a identificar las mejores estrategias para aliviar el dolor y mejorar la calidad de vida.
Cuello de esfuerzo, ¿cuánto dura?
La cervicalgia inducida por el estrés puede variar en duración, dependiendo de la gestión individual del estrés y de la adopción de medidas relajantes. Los síntomas suelen durar de unos días a dos semanas, pero si el estrés persiste y no se trata, el dolor puede hacerse crónico. Las técnicas de relajación, los estiramientos y la actividad física moderada pueden ayudar a reducir la duración de los síntomas y prevenir futuras recaídas.
Cervicalgia y vértigo, ¿están relacionados?
Sí, la cervicalgia y el vértigo están frecuentemente relacionados. La cervicalgia puede afectar a las estructuras nerviosas y vasculares de la región cervical, alterando la sensación de equilibrio y provocando vértigo. La compresión de los nervios cervicales también puede irritar los centros del equilibrio, aumentando la sensación de inestabilidad. Si el vértigo persiste, es aconsejable consultar a un médico para descartar otras causas y planificar un tratamiento adecuado.
¿Cuándo se agudiza la cervicalgia?
La cervicalgia se agudiza cuando el dolor de cuello aumenta rápidamente, provocando rigidez y limitando gravemente los movimientos cotidianos.
Esta forma suele producirse como resultado de un traumatismo repentino, como un latigazo cervical o una caída, pero también puede surgir debido a posturas incorrectas mantenidas a lo largo del tiempo o por un aumento del estrés, que provoca tensión muscular e inflamación.
En la fase aguda, el dolor puede ir acompañado de síntomas intensos como espasmos musculares, cefaleas, mareos y hormigueo en las extremidades superiores, signo de una posible compresión del nervio cervical.
Se recomienda guardar reposo y limitar los movimientos bruscos, recurrir a terapias específicas como la fisioterapia, la osteopatía o, si es necesario, a antiinflamatorios bajo prescripción médica para aliviar el dolor y reducir la inflamación, evitando que la cervicalgia se convierta en un trastorno crónico.
Cómo tratar la cervicalgia
Para tratar la cervicalgia, es esencial adoptar un enfoque combinado, que incluya apoyo ortopédico, fisioterapia y, en algunos casos, fármacos específicos.
- Almohada para el dolor de cuello: una almohada ortopédica, diseñada para apoyar la curva natural del cuello, ayuda a mantener una postura correcta durante el sueño, reduciendo el riesgo de tensión muscular que contribuye al dolor de cuello.
- Fisioterapia del dolor cervical: Las intervenciones fisioterapéuticas, como las técnicas de masaje y los ejercicios de movilización, son eficaces para reducir la tensión y mejorar la flexibilidad del cuello. Acompañados de ejercicios de estiramiento y fortalecimiento muscular, los tratamientos ayudan a aliviar el dolor y a prevenir la reaparición de los síntomas.
- Antiinflamatorios para la cervicalgia: En casos agudos, los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como el ibuprofeno o el naproxeno, pueden estar indicados para aliviar la inflamación y el dolor. Sin embargo, es importante consultar a un médico para valorar su idoneidad.
Terapia para la cervicalgia, ¿es un remedio válido?
La terapia para la cervicalgia es eficaz para reducir el dolor y mejorar la función del cuello, si se adapta a la causa y la gravedad del trastorno. El tratamiento puede incluir fisioterapia, antiinflamatorios y el uso de soportes ergonómicos, como un cojín ortopédico.
La fisioterapia es especialmente útil con técnicas de relajación muscular y movilización articular, a menudo complementadas con ejercicios de estiramiento y fortalecimiento.
Entre otros tipos de terapia, la magnetoterapia ha demostrado su eficacia en el tratamiento de la cervicalgia. En un estudio en el que se evaluó su eficacia sobre el dolor, la amplitud de movimiento articular y el estado funcional en pacientes con osteoartritis cervical, se observaron mejoras significativas del dolor, el espasmo muscular y los movimientos articulares [1] [2].
Por su parte, la terapia con ultrasonidos también es una solución eficaz para reducir el dolor cervical. Gracias a las ondas sonoras de alta frecuencia, esta técnica estimula la regeneración de los tejidos, favorece la microcirculación y reduce la inflamación [3] . Se han realizado estudios para el tratamiento de la rigidez muscular y la tensión crónica en la zona cervical en los que se observa que la terapia con ultrasonidos ayuda en muchos casos a relajar los músculos contracturados, acelerando el tiempo de recuperación y mejorando la calidad de vida de los pacientes [4].
La electroterapia es un tratamiento no invasivo para el dolor de cuello que utiliza impulsos eléctricos para aliviar el dolor y relajar los músculos. Al estimular las fibras nerviosas, la terapia reduce la percepción del dolor, mejora la movilidad y favorece la liberación de endorfinas naturales. Este tratamiento puede ser estupendo para quienes sufren contracturas e inflamación y es una buena opción para quienes buscan alivio de la rigidez cervical de forma segura y eficaz [5] [6].
Actuar precozmente contra la cervicalgia con los remedios adecuados puede reducir el dolor y mejorar la calidad de vida, limitando el impacto de este problema en las actividades cotidianas. Para quienes desean un apoyo práctico y eficaz en casa.
Para descubrir todos nuestros productos, visite nuestra página de productos de I-Tech Medical Division y encuentre soluciones diseñadas para mejorar su bienestar cervical en la comodidad de su propio hogar.
Bibliografia:
[1]“Efficiency of pulsed electromagnetic fields on pain, disability, anxiety, depression, and quality of life in patients with cervical disc herniation: a randomized controlled study” Hattapoglu Batmaz, Dilek Karacoc, Em, Cevik
[2]Karakaş M, Gök H. Effectiveness of pulsed electromagnetic field therapy on pain, functional status, and quality of life in patients with chronic non-specific neck pain: A prospective, randomized-controlled study. Turk J Phys Med Rehabil. 2020 May 18;66(2):140-146. doi: 10.5606/tftrd.2020.5169. PMID: 32760890; PMCID: PMC7401674.
[3] Qing W, Shi X, Zhang Q, Peng L, He C, Wei Q. Effect of Therapeutic Ultrasound for Neck Pain: A Systematic Review and Meta-Analysis. Arch Phys Med Rehabil. 2021 Nov;102(11):2219-2230. doi: 10.1016/j.apmr.2021.02.009. Epub 2021 Mar 17. PMID: 33722564.
[4] Therapeutic Ultrasound for Pain Management in Chronic Low Back Pain and Chronic Neck Pain: A Systematic Review; S.A. Noori, A. Rasheed, R. Aiyer, B. Jung, N. Bansal, K. Chang, E. Ottestad, A. Gulati
[5]González-Iglesias J, Fernández-de-las-Peñas C, Cleland JA, Alburquerque-Sendín F, Palomeque-del-Cerro L, Méndez-Sánchez R. Inclusion of thoracic spine thrust manipulation into an electro-therapy/thermal program for the management of patients with acute mechanical neck pain: a randomized clinical trial. Man Ther. 2009 Jun;14(3):306-13. doi: 10.1016/j.math.2008.04.006. Epub 2008 Aug 8. PMID: 18692428.
[6]Gemmell H, Hilland A. Immediate effect of electric point stimulation (TENS) in treating latent upper trapezius trigger points: a double blind randomised placebo-controlled trial. J Bodyw Mov Ther. 2011 Jul;15(3):348-54. doi: 10.1016/j.jbmt.2010.04.003. Epub 2010 May 13. PMID: 21665112.