¿Qué es la cefalea?
La cefalea es un dolor localizado en el interior de la cabeza o en la parte superior del cuello: es el término médico para referirse al dolor de cabeza común. Es un trastorno muy extendido, con intensidad y duración variables, que puede afectar a la concentración, la calidad del sueño y la productividad. Reconocerlo a tiempo ayuda a elegir el tratamiento más adecuado y a prevenir las recaídas.
Las principales categorías de cefalea
Para orientarse, es útil recordar tres grandes grupos:
- Cefaleas primarias
- Cefaleas secundarias
- Neuralgias craneales, dolores faciales y otras cefaleas

Cefaleas primarias
Son las formas más comunes y no siempre tienen una causa única identificable. A menudo existe una predisposición genética que interactúa con factores ambientales, hormonales o relacionados con el estilo de vida.
Cefalea tensional
Es la forma más extendida. El dolor es leve-moderado pero persistente, a menudo se siente como un círculo en la zona de la frente, las sienes o la nuca. Está relacionada con la contracción involuntaria de los músculos del cuello y los hombros y puede verse favorecida por el estrés, la ansiedad, las posturas incorrectas o la sobrecarga visual. Más frecuente en las mujeres, se clasifica en infrecuente, frecuente o crónica.
Migraña
Dolor más intenso que el tensional, en ataques recurrentes con una duración de 4 a 72 horas. A menudo se asocia con náuseas, vómitos, fotofobia, fonofobia y, en ocasiones, osmofobia. Afecta principalmente a las mujeres e s y también puede aparecer en la infancia. Entre los factores desencadenantes se encuentran: desequilibrios hormonales, algunos alimentos (quesos curados, chocolate), falta de sueño, tabaco y alcohol.
Cefalea en racimos
Menos frecuente, pero más intensa. Dolor punzante y lacerante en un solo lado de la cabeza, con ataques breves y seguidos. A menudo se asocia con lagrimeo, ptosis palpebral, rinorrea o congestión nasal. A diferencia de la migraña, las náuseas y los vómitos son menos comunes, pero pueden aparecer. Afecta principalmente a hombres y fumadores; los posibles desencadenantes son el jet lag, el estrés y las alteraciones del ritmo sueño-vigilia.
Cefaleas secundarias
En este caso, el dolor de cabeza es un síntoma de otra afección (por ejemplo, infecciones, traumatismos, trastornos vasculares o metabólicos). El tratamiento pasa por el diagnóstico y el tratamiento de la patología subyacente.
Cefalea oftálmica
Se caracteriza por trastornos visuales y neurológicos: fotofobia, visión de manchas o destellos, aumento del lagrimeo y disminución temporal de la visión. En las formas con aura visual, es útil una visita al oftalmólogo para corregir errores refractivos como la miopía o el astigmatismo, que pueden contribuir al malestar. Sin embargo, la relación directa entre los defectos visuales y la cefalea no está totalmente demostrada.
Neuralgias craneales, dolores faciales y otras cefaleas
Se derivan de la inflamación o irritación de los nervios craneales o cervicales y pueden ser muy dolorosas.
Cefalea punzante
Forma rara, con episodios de dolor agudo y de corta duración («punzadas» o « pinchazos») que pueden repetirse con el tiempo. La evaluación médica sirve para descartar causas secundarias.
Proceso de diagnóstico clínico
El diagnóstico parte de una anamnesis detallada sobre la localización, intensidad, duración y frecuencia del dolor, factores desencadenantes, medicamentos tomados y síntomas asociados. En presencia de «señales de alarma» o cuadros atípicos, se recurre a pruebas como TAC/RM, angiografía por TC/RM, punción lumbar, EEG en edad pediátrica, análisis de sangre y radiografía de la columna.
Los síntomas del dolor de cabeza
- Cefalea tensiva: dolor difuso y continuo, a menudo en la zona fronto-occipital.
- Migraña: dolor de cabeza intenso, pulsátil, unilateral o bilateral, con hipersensibilidad a la luz y los sonidos, náuseas o vómitos.
- Cefalea en racimos: dolor unilateral muy intenso, con signos autonómicos (ojo rojo, lagrimeo, congestión nasal).
- Cefalea oftálmica: aura visual y trastornos oculares transitorios y reversibles.
Las causas más comunes
- Tensiva: estrés, ansiedad, depresión, postura incorrecta.
- Migraña: base neurovascular, desencadenantes hormonales, alimentarios y conductuales.
- En racimo: posibles alteraciones hipotalámicas/circadianas; desencadenantes como el jet lag y el alcohol.
- Oftálmica: componentes genéticos/vasculares y problemas visuales preexistentes.
Terapias y prevención
La terapia preventiva
Para la tensiva: regularidad del sueño, gestión del estrés, ergonomía del puesto de trabajo y actividad física moderada.
Para la migraña: medicamentos profilácticos (betabloqueantes, antiepilépticos, antidepresivos) según indicación médica. Algunos estudios exploran el magnesio y la vitamina B12, pero las pruebas son limitadas.
Para la cefalea en racimos: profilaxis farmacológica solo bajo control especializado.

Terapia sintomática
- Tensiva y migraña: analgésicos (paracetamol) y AINE (ibuprofeno); se desaconsejan los opioides/barbitúricos.
- Cefalea en racimos: oxígeno al 100 % con mascarilla sin rebreather a 7-15 l/min durante 15-20 minutos según indicación especializada.
- Terapias físicas domiciliarias:
- TENS: puede ser beneficiosa en algunos pacientes para reducir el dolor y la tensión muscular.
- Magnetoterapia: estudiada, pero con pruebas limitadas; puede utilizarse como apoyo bajo control médico, con dispositivos certificados como los de I-Tech Medical Division.