La magnetoterapia, la electromagnetoterapia, los campos magnéticos bioestimulantes, CEMP y PEMF, pueden considerarse sinónimos e indicar el uso de equipos electrónicos para generar campos magnéticos terapéuticos.
La magnetoterapia, o electromagnetoterapia, es una terapia física instrumental utilizada en el campo de la fisioterapia que explota las propiedades de los campos magnéticos o electromagnéticos para reducir los síntomas de estados musculares inflamatorios y enfermedades óseas traumáticas o crónicas.
El principio de funcionamiento de la magnetoterapia es simple.
Esta terapia utiliza campos magnéticos generados por equipos electrónicos y solenoides.
Las ondas magnéticas producidas interactúan con la estructura celular y reactivan su funcionamiento y equilibrio normales.
Las células que forman los tejidos tienen una membrana (la membrana celular) formada principalmente por lípidos. Esta membrana tiene la función de separar y al mismo tiempo poner a la célula en comunicación con todo lo que está afuera.
El intercambio entre el entorno interno y externo de la célula se produce gracias a la diferencia en el potencial eléctrico que se genera en la superficie de la membrana celular.
La carga eléctrica es generada por reacciones químicas de división de los elementos en iones más o menos simples.
Durante un evento inflamatorio, la membrana celular pierde su capacidad eléctrica, reduciendo así el intercambio correcto entre la célula interna y externa. Un evento inflamatorio provoca un aumento de la temperatura que modifica el ambiente y evita la reacción química normal que genera la diferencia de potencial.
Las ondas electromagnéticas generadas por un dispositivo de magnetoterapia permiten aumentar la diferencia de potencial, reactivando el proceso de comunicación entre el interior y el exterior de la célula y acelerando el proceso de curación del tejido sometido a la terapia.
La repolarización de la membrana celular se materializa en los siguientes efectos beneficiosos.
Osteogénesis: El uso de campos electromagnéticos pulsados permite una transferencia más sencilla de los iones de calcio desde el exterior al tejido óseo, logrando así un proceso de curación más rápido en caso de fracturas o traumas. Este proceso es muy útil como terapia de mantenimiento para la osteoporosis.
Efecto antálgico: Significa la reducción del dolor resultante de la reducción de la inflamación.
Efecto relajante: Los músculos afectados por una contractura, si están sujetos a la acción de los campos magnéticos, tienden a relajarse acelerando el proceso de curación.
La magnetoterapia encuentra un uso particular en las siguientes patologías:
- Patologías crónicas del hueso, como osteopenia, osteoporosis y artrosis
- Fracturas
- Dolores articulares
- Dolor post operatorio
- Edemas
- Neuralgias
- Síndrome del túnel carpiano
- Vasculopatías
- Desgarros y estiramientos
- Lumbalgias
- Tendinitis